Luego que el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH) revelara su “Boletín de Mortalidad 2015”, analistas en temas de seguridad consideran que las estadísticas y análisis presentados no se comparan con la realidad de los hondureños y las hondureñas, puesto que existen datos que no se toman en cuenta, por lo tanto se apega al discurso del gobierno nacionalista en el que asegura la reducción de inseguridad y criminalidad.
El informe del OV-UNAH indica que durante 2015 la tasa de mortalidad en Honduras fue de 60 por cada 100 mil habitantes, lo que se traduce a 14 muertes diarias. Lo anterior, según las autoridades universitarias, contribuyó a que la tasa de homicidios redujera en 23,9 por ciento en los últimos tres años.
Sin embargo, un cuarto de la población, es decir el 25.7 por ciento, en el Sondeo de Opinión Pública, realizado por el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC), considera que el principal fracaso del gobierno de Juan Orlando Hernández es la crisis de inseguridad y violencia.
Fabricio Herrera, analista en temas de seguridad, considera que los datos y análisis del OV-UNAH se “han plegado” a la tesis del gobierno actual en la que asegura la reducción de los homicidios: “lo que el Observatorio nos quiere decir con eso es que por las extradiciones, por la Policía Militar y por los arrestos de personas vinculadas al crimen organizado se disminuyen los homicidios y que hipotéticamente tendrían que estar surgiendo vendetas familiares , pero la verdad es que el sistema de justicia y el Observatorio nunca nos explican las modalidades, y por eso yo insisto que debemos fijarnos en el número y no en la tasa”.
Herrera explica que “el número nos dice quién va cometiendo los homicidios, cuál es el origen, yo no veo las sentencias judiciales o las investigaciones que digan esto es el resultado de vendetas familiares, entonces ahí me parece que queda un juego de palabras para plegarse a la propaganda gubernamental”.
Julieta Castellanos, rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), quien afirma que en 2015, 361 personas murieron en 98 masacres -dos homicidios múltiples menos que el año anterior-, dice que el Observatorio no cuenta con “estudios psicológicos, psiquiátricos y socio familiares que nos lleven a apuntar qué es lo qué está pasando”.
“En cuanto al aumento de la saña al momento de ejecutar son modalidades de bandas criminales con operadores de sicarios”, puntualizó Castellanos.
Durante 2015, el Observatorio afirma que ocurrieron 5 mil 146 homicidios, de los cuales 481 fueron mujeres. Neesa Medina, coordinadora del Observatorio del Centro de Derechos de Mujeres, declara que los datos anteriores “generan sospecha”, puesto que no se tomaron en cuenta las muertes indeterminadas.
“Uno de los factores que se están omitiendo en el análisis general de la violencia en Honduras, no es solamente la tasa de los homicidios identificados por el nuevo protocolo de la Policía, sino también dónde están todas esas muertes indeterminadas que deberían sumarse a esta estadística. En el caso de mujeres en los últimos tres años han sido más de 300 muertes violentas de forma indeterminada que no están entrando en esta estadística”, señaló Medina.
Según el OV-UNAH, el año anterior el principal instrumento para perpetrar los homicidios fueron las armas de fuego con el 75.1 por ciento de los casos.
Pasar de las estadísticas a las propuestas
Por su parte, José Ruelas, director de Casa Alianza, opina que la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, a través del Observatorio de la Violencia, debería dar un paso más a partir de las estadísticas, y es proponer al gobierno políticas que vengan a cambiar la débil estrategia de seguridad nacional.
“La contribución que todos esperamos es que logremos dar pistas para que el gobierno pueda hacer cambios estratégicos en su política de seguridad, porque la política de seguridad no responde a las necesidades de la población, responden a un Estado de terror, de militarización, responden al uso de la propaganda pero no responden a la protección de la niñez, de la juventud, de los hombres y las mujeres que quieren salir a trabajar y regresar en paz a sus casas”, opinó Ruelas.
El “Boletín Mortalidad 2015” del OV-UNAH apunta que el año anterior 75 niñas y 327 niños fueron asesinados. Contrario a esos datos, Casa Alianza reporta que entre enero y diciembre de 2015, se registraron 900 casos de ejecuciones arbitrarias y muertes violentas de niños, niñas y jóvenes menores de 23 años.
Casa Alianza además apunta que en el transcurso de los veintitrés meses de gobierno de Juan Orlando Hernández, se han registrado 1,823 muertes violentas y/o ejecuciones arbitrarias de niñas, niños y jóvenes menores de 23 años en el país.
El Sondeo de Opinión Pública 2015 del ERIC revela que un 32.59 por ciento de la ciudadanía hondureña identifica que la crisis de inseguridad, provocada por la delincuencia, narcotráfico y maras, es el principal problema a resolver en el gobierno nacionalista de Juan Orlando Hernández.