«El gobierno busca desaparecer las tribus indígenas a nivel nacional a través de la explotación de nuestras montañas en manos empresarios “José María Pineda, de la Tribu San Francisco de Locomapa, Yoro, dijo esto en el espacio de Foros Populares de Radio Progreso, donde denunció que las amenazas a muerte contra dirigentes indígenas han incrementado.
El dirigente indígena Tolupán organizado en el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia, salió de su comunidad el 2013 debido a que su vida junto a la de varios dirigentes corría peligro. “Había orden de asesinar a 10 personas que nos oponíamos a la extracción de mineral y madera de nuestro territorio. Gracias a Dios pudimos salvar nuestras vidas, sin embardo tres indígenas fueron masacrados el mes de agosto de ese mismo año”, indicó.
El golpe de Estado del 28 de junio del 2009 profundizó la instalación de proyectos extractivistas y entrega de territorios ancestrales, sin la consulta previa, libre e informada, contenida en el convenio 169, logrando con esto el despojo contra los pueblos negros e indígenas.
Datos de una investigación del Equipo de Reflexión Investigación y Comunicación, Eric de la Compañía de Jesús en Honduras, junto a la universidad Saint Luis en Estados Unidos, dan cuenta que los recursos hídricos, de 19 tribus Tolupanes consultadas cuenta con al menos 24 ríos y 140 quebradas; 16 reportan presencia de yacimientos minerales metálicos, siendo el oro y el hierro los más abundantes; en 11 tribus hay betas de antimonio, en 6 hay plata y en 4 hay indicios de presencia de cobre.
Paradójicamente, esta enorme riqueza los condena al despojo, a la humillación y a llevar una vida miserable. A pesar de ello, el pueblo Tolupán no claudica en su intento por reivindicar sus derechos ancestrales. Toda la riqueza natural los coloca en la mira de empresarios que quieren sacar ganancias, lo que ha dejado muerte y criminalización de indígenas.
Frente al irrespeto de su derecho a ser consultado, el pueblo Tolupán ha realizado diversas acciones de oposición y resistencia a las actividades extractivas, de exploración o factibilidad de proyectos dentro de sus territorios, lo que ha provocado la inmediata intervención del sistema de justicia y seguridad del Estado.
En el mapa de concesiones del departamento de Yoro destaca una reserva de minerales compartida por los municipios de Morazán y El Negrito (Yoro) con el municipio de Tela (Atlántida) que, presuntamente, corresponde a bancos de óxido de hierro. Esto se repite entre los municipios de Olanchito (Yoro), Sabá (Colón) y Gualaco (Olancho), en el área tridepartamental correspondiente al Parque Nacional Montaña de Botadores, donde también hay concesiones para la extracción de óxido de hierro.
Breve descripción
Escritores y analistas hondureños se atreven a decir que el pueblo Tolupán lleva más de 500 años habitando las montañas de Yoro y Francisco Morazán, lugar donde mantienen una conexión especial con la madre tierra. Según la historia, estas tribus defendieron de los conquistadores la región que hoy conocemos como Valle de Sula, al norte de Honduras. Y que ahora siguen defendiendo ante la implementación del modelo extractivista.
Sin embargo, son el pueblo que de manera sistemática han venido sufriendo un proceso de desplazamiento inhumano y amorfo, siendo arrancados de sus tierras ancestrales y de sus bienes naturales. Tal proceso de desplazamiento forzado ha supuesto también el desaparecimiento de la mayoría de sus métodos organizativos tradicionales y el desprendimiento de su idioma natal.
En el pueblo Tolupán han sido asesinados aproximadamente un centenar de indígenas sin que hasta ahora el Estado de Honduras haya hecho justicia en siquiera algunos de dichos crímenes. En la web de la secretaría de Etnias podía leerse que éste es el pueblo originario más martirizado de Honduras. Sin embargo, con el actual presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, al reducir este ministerio a sub secretaría se eliminó de la web tan evidente afirmación martirial, denunció en 2016 el Movimiento Amplio por La Dignidad y la Justicia.
En Alerta Roja
Actualmente los empresarios madereros están sacando más de 5 mil metros de bosque con el visto bueno de las autoridades gubernamentales pero sin el consentimiento de la tribu indígena de San Francisco en Locomapa, Yoro. Esto viene a sumar otra problemática para las comunidades indígenas, ya que desde hace varios años enfrentan problemáticas de territorio, desforestación y violaciones a los derechos humanos.
Ramón Matute del Consejo Preventivo de la Tribu San Francisco, asegura que además de sacar madera los empresarios están aprovechando la impunidad que les brinda el gobierno para extraer antimonio en horas de la noche. “Han introducido maquinaria en la zona y es posible que estén sacando minerales”, denuncia Matute asegurando que las volquetas cargadas con material salen de las comunidades sin que sean registradas por las autoridades responsables.
Claramente la tribu San Francisco de Locomapa señala al terrateniente Roy Varela de ocupar tierras tribales en el sector de Buenos Aires, Suyatal y la quebrada San Jacinto. Sin embargo, el caso más emblemático ocurre con el General en condición de retiro de las Fuerzas Armadas de Honduras, Oscar Filander Armijo Uclés, que desde la pasada década de los ochentas del siglo XX subía a la tribu con camiones militares cargados de soldados con quienes procedió a cercar grandes extensiones de tierra, despojando de la misma a toda familia tolupán que encontraba a su paso.
La familia Uclés retiene bajo su control al menos 3 vastas extensiones de tierra: una hacienda entre el caserío El Zompopero, cerro Padre Vélez y borda El Esquinero; otra propiedad entre el volcán San Francisco y las comunidades indígenas de La Fortuna y El Terrero; y una finca extensa entre los cerros Jicarito, El Paragua y La Misión.
La tribu Tolupán de San Francisco organizada en el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia, ha denunciado en repetidas ocasiones las violaciones a los derechos que han sufrido producto de la explotación de sus bienes naturales en manos de estos terratenientes, y la negligencia de las autoridades responsables de aplicar la justicia. Hasta el momento solo ha quedado en evidencia la complicidad del gobierno con los terratenientes y empresarios. Sin embargo, el pueblo Tolupán está convencido que a través de la organización y la auténtica resistencia indígena podrá mantenerse con vida.