A pesar que en la convención del Partido Nacional realizada en Tegucigalpa el domingo pasado, Juan Orlando Hernández no anunció abiertamente su reelección; el ambiente y los gritos desde las graderías lo pedían: ¡reelección! ¡Reelección!

Analistas coinciden que desde el primer día de gobierno, incluso desde antes, el proyecto de continuismo del Partido Nacional se concreta en la figura de Juan Orlando Hernández.

Lo que en 2009 fue una excusa para un golpe de Estado, hoy se habla con total normalidad y públicamente. Y a pesar que según el Sondeo de Opinión Pública realizado por el ERIC en 2015, el gobierno de JOH fue calificado con un 4.7 por la población hondureña, aplazando su segundo año de gestión, la opción de su reelección es viable.

Los nacionalistas que participaron en la convención del partido como Ricardo Álvarez, afirmaron públicamente que Juan Orlando sería la primera opción para la reelección.

“Nacionalistas hoy sellemos la unidad para garantizar la inclusión y así alcanzar la tercera victoria de nuestro Partido”, escribió en su cuenta de Twitter el designado presidencial.
A criterio del analista político Efraín Díaz Arrivillaga, el presidente hondureño Juan Orlando Hernández, desde su primer día de gobierno ha estado en permanente campaña política a través de su programa asistencialista “Vida mejor”, un programa bien aceptado por la población, según el SOP 2015. Y recordó que al destituir la Sala de lo Constitucional en 2012, mientras era presidente del Congreso Nacional, poniendo sus magistrados selló sus intereses por legalizar la reelección.

“La intención es continuar en ese camino, la destitución de la sala constitucional para hacer reformas inconstitucionales dejan claro que la línea de reelección es prioridad y es lo que debemos esperar. La pregunta es si esto beneficia a la nación o no. El país ha involucionado en estos últimos años y es necesario que el país tome un nuevo rumbo, una continuidad es preocupante para el futuro democrático plural que necesita Honduras”, dijo el analista.

Por su parte el analista político Raúl Pineda, considera que la anemia que padece la supuesta oposición y la pérdida de movilización en la ciudadanía, han construido el escenario para que el presidente piense en reelegirse sin muchos problemas.

A pesar de los vacíos legales, Pineda argumenta que los únicos obstáculos que podría tener Juan Orlando en su camino hacia la reelección vendrían de Estados Unidos.

“En Honduras, lo político, lo social, lo económico, se encuentran orbitando alrededor de un proyecto de continuismo del actual presidente de la república. Y estos proyectos son fuertes y perfectamente viables a pesar de sus vacíos legales. El único obstáculo puede ser la política de Estados Unidos con respecto a su reelección, ya que hay que reconocer que aquí se gobierna desde afuera”, expresó Pineda.

Agregó también que la debilidad de la oposición hace que actualmente el liderazgo del presidente Hernández o la capacidad de control sean mayor que cuando llegó al gobierno. Hernández llegó a la presidencia solamente con un 34% de votos, un presidente de minoría.

“Actualmente esa falta de pensamiento coherente unificador por parte de los sectores de oposición hace que el proyecto reeleccionista goce de buena salud, se plantea fuerte. La sociedad hondureña no puede ser tan ingenua para desconocer que este es un proyecto reeleccionista en progreso porque la oposición se presenta perezosa, introvertida al igual que la sociedad hondureña”, dijo.

La sociedad está desmovilizada, dice Efraín Díaz, y la oposición tiene agendas dispersas. En el tema electoral, el Partido Anticorrupción (PAC) ha expresado sus intenciones de reformar la actual ley electoral y que figuras como la segunda vuelta y el voto electrónico se implementen. El tema de la reelección para este partido es hasta ahora rechazado. Sin embargo el Partido Libertad y Refundación, ha tenido una posición favorable a la reelección que de cierta manera posibilitaría una candidatura del ex presidente Manuel Zelaya Rosales, coordinador del partido.

“Es una estrategia muy bien definida y concertada hacia ese propósito. Por otro lado tenemos una oposición fragmentada, una plataforma sin puntos coincidentes y el movimiento de ciudadanía sigue siendo disperso con distintas agendas. Se debe reagrupar el movimiento social y las fuerzas políticas progresistas y de reforma para concertar una plataforma común en la cual podamos ofrecer a la nación una opción progresista de transformación de la sociedad hondureña, en otro modelo económico, social y político que cambia realmente o que al menos inicie el punto de inflexión que la nación necesita en estos momentos”, culminó Díaz.

En el SOP 2015, el ERIC preguntó a la población qué pensaba sobre la reelección presidencial de Juan Orlando Hernández. 6 de cada 10 hondureños y hondureñas está en contra de la reelección.