En Honduras cada 16 horas es asesinada una mujer. En el interior país las mujeres sobreviven en un terreno más vulnerable, por la falta de acceso a sus derechos básicos y por el abandono estatal.

En el departamento de Intibucá, en el occidente de Honduras, las denuncias por violencia doméstica y los femicidios han incrementado en los últimos años. A las mujeres  se les está asesinando  sin distinción social, económica, étnica o cultural. Las mujeres sobrevivientes de violencia patriarcal y estatal poco a poco han perdido el miedo a denunciar y exigir la correcta aplicación de justicia.

Desde hace 15 años la Organización Intibucana de Mujeres “Las Hormigas” desarrolla procesos de sensibilización, incidencia y capacitación a mujeres y hombres, para el conocimiento y defensa de los derechos humanos,  a fin de mejorar las condiciones de vida.

“Una, dos, cien, miles, así vamos las mujeres por aquí”, poetisa hondureña Juana Pavón. 

“Somos muchas. ¡Miles! si tocan a una, allí vamos todas para defendernos. Así somos las mujeres como dice el poema de Juana Pavón. Así vamos erradicando la violencia que nos mata”, dijo con alegría y lágrimas en sus ojos Mirna Lorenzo, del municipio de Yamaranguila, Intibucá. Ella lleva 10 años en la organización y ha visto como la violencia ha arrebatado la vida de muchas mujeres.

Las problemáticas que enfrentan las mujeres no son abordadas por los tomadores de decisiones en los municipios. Según las organizaciones a nivel nacional un 97 por ciento de las Oficinas Municipales de la Mujer, OMM, son controladas por activistas del gobierno de turno, haciendo un trabajo contrario a las demandas y necesidades de las mujeres en las comunidades. 

Hace 4 años, Las Hormigas realizó un diagnóstico que refleja la situación real de las mujeres en el departamento de Intibucá. En el proceso electoral anterior, lograron  obtener un pacto político con los candidatos a la alcaldía con el objetivo de incluir en su gestión la agenda de las mujeres. Sin embargo, Mercedes Meza, afirma que algunos alcaldes han irrespetado el pacto y siguen sin abordar la problemática de violencia, pobreza y exclusión.

“Hay oficinas de la mujer que solo funcionan para llevarle el café al alcalde y eso no es justo. Debemos de seguir trabajando para recuperar esos espacios que nos pertenecen”, añade Mercedes Meza, quien además nos cuenta que gracias al trabajo de incidencia de las 5 redes de mujeres que acompañan desde Las Hormigas, se ha logrado desarrollar el histórico y único cabildo abierto de mujeres en Intibucá.

El dolor nos hace fuerte 

La construcción del “Hormiguero”, así le llaman a la organización,  no ha sido fácil para las intibucanas. En estos 15 años han vivido momentos llenos de dolor y miedo producto de la violencia desproporcionada que impera en el país.

A sus oficinas llegan decenas de denuncias de mujeres que son maltratadas, violadas y hasta asesinadas. Uno de los casos emblemáticos que acompañan es de una joven hija de Doña Eleodora, una de las fundadoras de la organización.

“Un primo sacó de su casa a la fuerza, violó y asesinó a la hija de Doña Eleodora. Después del juicio el asesino fue dejado en libertad, quedando el crimen en impunidad”, relata Mercedes, quien asegura que doña Eleodora, murió de dolor porque jamás se hizo justicia en el crimen de su hija.

“Es alarmante la situación de violencia que vivimos las mujeres en Intibucá. Conocemos casos de niñas embarazadas porque fueron abusadas por un familiar, dice Marileidy Zavala Euceda, parte del equipo de comunicaciones de Las Hormigas y corresponsal de Radio Progreso en La Esperanza, Intibucá.

Las Hormigas cuentan con un consultorio jurídico que las acompaña legalmente en la búsqueda de justicia. Además brinda capacitaciones en las comunidades sobre derechos humanos. “Aunque nos toque caminar por horas en las montañas, nosotras llegamos a las casas de las mujeres que necesitan de la organización para romper el círculo de violencia”, agrega Mirna Lorenzo, señalando que a pesar del dolor, las alegrías que viven las mujeres cuando ganan un caso es enorme, y les motiva a seguir en esta construcción de una Honduras justa y sin violencia.

Retos y esperanzas

En la celebración de los 15 años de Las Hormigas, se entregó un reconocimiento a Radio Progreso, por su trabajo en favor de una vida libre de violencia para las mujeres en Honduras,  y por acompañar el proceso de formación al equipo de comunicación de Las Hormigas, que hoy mantienen un programa radial.

Eva Sánchez, coordinadora general, asegura que estos 15 años las compromete a seguir acompañado a las mujeres violentadas de la región, y que están en proceso de tener una “Casa Refugio” que cuente con el acompañamiento legal, ocupacional y emocional. “El diseño de la casa es la matriz de una mujer. Ya tenemos el presupuesto actualizado y el terreno en dominio pleno, pero nos hace falta el financiamiento”, dice Eva, quien agrega que el gobierno gasta dinero en programas asistencialistas  e ignora las necesidades y la seguridad de las mujeres.

Las Hormigas están unidas, fuertes y con ganas de seguir trabajando para mejorar las condiciones de vida de las mujeres en Intibucá. Con el espíritu de Berta Cáceres, que tanto trabajó por esta región, aseguran no desmayar y seguirán fortaleciendo el hormiguero.