El Papa Francisco desarrolló uno de sus viajes de más larga duración de su pontificado. Visitó tres ciudades de Cuba: Holguín, Santiago y La Habana, mientras que en Estados Unidos también estuvo en Nueva York y Washington.

Uno de sus mensajes principales del Papa Francisco fue reafirmar la iglesia que él mismo impulsa, una iglesia que tiende puentes y no muros.

“Creo que es una actitud no sólo para Cuba, el Papa ha insistido en esta actitud con todos, es una actitud que se refleja en todo, desde las relaciones entre los países, hasta la actitud hacia los migrantes, su actitud con relación a toda la sociedad e incluso dentro de la iglesia. La actitud con la gente que se ha sentido excluida de la iglesia, la actitud con los que están alejados de la iglesia. Ha sido una actitud de abrirnos a lo esencial del evangelio que es la misericordia” dijo el padre Jesuita Jorge Cela, presidente de la Conferencia de Provincias en América Latina, CPAL.

Radio Progreso (RP) dialogó con el padre Jorge Cela (JC) sobre las enseñanzas, los gestos y el simbolismo de la reciente visita del Papa Francisco a Cuba y Estados Unidos.

¿Qué ha significado este viaje del Papa Francisco?

JC. El viaje para América Latina tiene un significado importante como lo tuvo también el viaje a Bolivia, Ecuador y Paraguay. Es una presencia del Papa que está conduciendo la iglesia hacia un momento de apertura muy grande que nos invita a continuar esa actitud de apertura.

¿Cómo es que se da el viaje a Cuba?

El viaje a Cuba es importante porque inicialmente el viaje era a Estados Unidos, y es en la coyuntura del recomienzo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos que el Papa decide pasar primero por Cuba.

¿Cuál ha sido su aporte para la reapertura de esas relaciones?

El Papa tuvo un rol importante. Ya estaban Estados Unidos y Cuba conversando pero en un momento determinado de las conversaciones parece que el Papa hizo una llamada al presidente Obama para insistir en la importancia de que se lograra este acuerdo y esta reanudación de los acuerdos entre estos dos países.

¿Cómo entender las palabras del Papa Francisco cuando dice que la iglesia busca tender puentes y no muros?

JC. Creo que es una actitud no sólo para Cuba, el Papa ha insistido en esta actitud con todos, es una actitud que se refleja en todo, desde las relaciones entre los países, hasta la actitud hacia los migrantes, su actitud con relación a toda la sociedad e incluso dentro de la iglesia. La actitud con la gente que se ha sentido excluida de la iglesia, la actitud con los que están alejados de la iglesia. Ha sido una actitud de abrirnos a lo esencial del evangelio que es la misericordia.

¿Qué destaca usted de esta visita?

Lo principal son los gestos que hace el Papa. El principal gesto fue ese deseo de pasar por Cuba antes de ir a Estados Unidos como invitando a que esa relaciones, que han comenzado de nuevo, se fortalezcan. Yo creo que ha sido muy significativa la actitud del Papa de acercarse a la gente, no ha sido un Papa distante, lejano, que ha hecho discursos para grandes auditorios importantes sino que se ha metido entre la gente, ha saludado, se ha acercado, ha estado en contacto con ellos.

 

¿Qué opina de la forma cómo trató el Papa el polémico tema de los abusos sexuales contra menores dentro de la iglesia?

Uno de los gestos bonitos del Papa ha sido encontrarse con las víctimas de estos abusos sexuales. Indudablemente ha sido un gesto de reconocimiento de la falta que hemos cometido, faltas que fueron especialmente dolorosas porque dañaron las vidas de mucha gente porque fueron abusados siendo niños.

¿Qué deben esperar las víctimas del Papa Francisco?

Ese gesto del Papa es una prueba de su deseo de reconstruir, de borrar ese pasado y comenzar a reconstruir de otra manera. Él ha afirmado la importancia de no guardar secreto, de no tratar de ocultar estas faltas, de castigar cuando haya que castigarla pero sobre todo de prevenirlas y estar atentos para que no se vuelvan a repetir.

¿Cómo combatir esos delitos al interior de la iglesia?

No se está ocultando ni disfrazando el tema. Se están tomando medidas preventivas tanto en la formación del clero como en la organización de las instituciones eclesiales para evitar que estos abusos se vuelvan a dar. No sólo son palabras sino que hay medidas concretas que se están tomando para responder a esto.

¿Cómo entiende el Papa Francisco a la iglesia?

La iglesia para él no es la que se sienta en el templo a esperar a que lleguen sino que sale afuera a buscar a la gente. Él dice que tenemos que tener mentalidad de hospital, de campo de batalla, que salga a buscar a los heridos, a los necesitados, y se orienta principalmente a ellos.

¿Con qué preocupaciones se fue el Papa?

Yo creo que las preocupaciones con las que se fue deben haber sido las mismas que trajo. Hay situaciones que le preocupan al Papa como por ejemplo la división en el mundo que es una situación que refleja el aislamiento entre Estados Unidos – Cuba, pero también la situación de tensión que existen con países que están en guerra o están en tensiones políticas fuertes.

 

¿Está en agenda del Papa Francisco el tema de los migrantes?

Está pendiente de resolver el problema de los migrantes pero en Estados Unidos hay un grupo muy fuerte que se niega a una actitud de apertura hacia los migrantes.

¿Es una iglesia de verdadera apertura la que promueve el Papa Francisco?

El Papa ha venido con una actitud de unir a la iglesia alrededor de una actitud de perdón y de misericordia pero hay gente que se niega a entrar en esa actitud de unidad y de integración, reclaman y exigen más bien la separación, la división y la exclusión de quién no piensa como ellos.

¿Hay algún tema del que se esperaba una palabra del Papa, y no ocurrió?

Yo creo que hay mucha gente que esperaba que sea su problema el cual se atienda. Yo creo que los grandes temas fueron enfrentados en esta visita.

¿Cómo fue el tratamiento de esos temas?

JC. No fue una visita de confrontación, estos grandes temas no fueron enfrentados confrontando a la gente sino tendiendo puentes, invitando a la gente, abrirse a una actitud diferente. El cambio de visión que el Papa propone a las naciones del mundo, que está reflejado en su encíclica sobre la ecología, nos invita a pensar el mundo como nuestra casa.

¿Cómo lograr romper con las fuerzas conservadoras al interior de la iglesia?

Ciertamente hay resistencia, hay gente que siente que está perdiendo el poder, como realmente lo están perdiendo. Los poderes de opresión y de exclusión están perdiendo fuerzas. Yo también creo en la posibilidad de la conversión, yo también creo que a veces hay gente que se han dejado atrapar por los legalismos, por la mala conciencia creada, por los que defienden la ley y que han perdido esa sensibilidad a las situaciones humanas, a la compasión y a la misericordia, yo creo que es posible que esa gente se convierta.