Berta Cáceres 8 años de su siembra
Desde Radio Progreso y el ERIC, saludamos a las comunidades indígenas Lencas, al COPINH a la familia Cáceres Zúniga, a las organizaciones sociales que este día dos de marzo conmemoran el octavo aniversario de la sangre derramada de nuestra amada Berta Cáceres.
Una sangre derramada como expresión extrema de su entrega por una Honduras liberada del neocolonialismo, el patriarcado, el racismo, en definitiva, del sistema productor de desigualdades.
La sangre derramada por Berta Cáceres fue igualmente el resultado de la decisión de altos empresarios, militares, policías, políticos, y transnacionales confabulados para defender sus mezquinos intereses ante la amenaza de la presencia valiente y la voz de una mujer que representó los más nobles ideales de un pueblo en rebeldía.
Es cierto que hubo investigaciones que condujeron a la captura, enjuiciamiento, y condena de varios de los implicados en el plan operativo del asesinato de Berta Cáceres. También es cierto que se puso en marcha un proceso para enjuiciar y condenar a uno de los autores intelectuales del crimen. Un proceso que en este caso ha sido inconcluso he incluso obstruido por el sistema de justicia.
Con todo, no se ha concluido con el proceso penal con una parte de los autores del crimen, sino que el proceso para investigar y enjuiciar a los auténticos asesinos intelectuales no sólo se ha paralizado, si no que ni siquiera se ha puesto en marcha.
La demanda de justicia para que se esclarezca plenamente el asesinato de esta gran luchadora hondureña es un clamor nacional e internacional. Si de verdad buscamos justicia para todas las luchadoras y luchadores que han sido asesinados a lo largo de las últimas décadas, se ha de expresar en justicia para Berta.
Berta Cáceres fue asesinada por defender a los pueblos indígenas, los bienes comunes de la naturaleza, y la soberanía nacional. Su crimen es el resultado de la impunidad de un Estado capturado por la criminalidad organizada. Por eso lo decimos con firmeza, el asesinato de Berta Cáceres simboliza el crimen político de Honduras.
Desde Radio Progreso y el ERIC nos unimos a todas las voces nobles de Honduras y el mundo. Nunca podremos callar nuestra voz en demanda porque haya justicia para Berta Cáceres, porque su justicia es la justicia del todo el pueblo hondureño.
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